Historia de Spotify: nacimiento y evolución del líder de la música en streaming
- Brenda Orozco
- 3 ago 2022
- 3 Min. de lectura
Spotify es de origen sueco y nació de la unión de las dos pasiones de su creador, Daniel Ek: la informática y la música. Daniel era tan precoz que fundó su primera empresa con solo 14 años: llegó a contratar a sus compañeros de Instituto para trabajar en la creación y diseño de webs.

Con 16 años, Ek intentó entrar a trabajar para Google, pero le rechazaron por no tener ningún título, así que fundó Advertigo, una exitosa empresa de marketing online en la que desarrolló una carrera exitosa. Tanto que, a los 23 años, en 2006, vendió Advertigo al gigante internacional Tradedoubler. Y ese fue un paso crucial en el nacimiento de su proyecto estrella, ya que convenció a uno de los fundadores de Tradedoubler, Martin Lorentzon, también sueco, de que hiciese la inversión necesaria para que Spotify viese la luz.
Un nombre que ya nos hemos acostumbrado a leer y escuchar, y que, curiosamente, se generó de manera fortuita en un intercambio de palabras entre Lorentzon y Ek mientras buscaban el nombre de la nueva creación. Uno de ellos entendió Spotify, les gustó, y como no estaba registrado, allá que fueron ellos a registrarlo.
Así, una vez ya con el nombre elegido, los ingenieros se pusieron a desarrollar la aplicación, primero solo para ordenadores, y nació el modelo de música en streaming de Spotify. Como curiosidad, entre los desarrolladores estaba, por ejemplo, el creador de uTorrent, integrada poco después en BitTorrent.

Spotify le da al play en 2008
Eso sí, a pesar de que Lorentzon y Ek crearon Spotify en 2006, las negociaciones con las compañías discográficas para obtener las licencias de las canciones retrasaron más de dos años su puesta en marcha de forma pública.
En su lanzamiento el 7 de octubre de 2008, Spotify se concibió como una aplicación para escuchar música online por ordenador, y solo estaba disponible, en principio, para algunos países europeos como Suecia, Finlandia, Noruega, Francia, Reino Unido y España. Los usuarios podían acceder a millones de canciones sin necesidad de descargarse nada.
Eso sí, si querías acceder a la aplicación de forma gratuita te tenían que invitar, sino tenías que contratar una suscripción de pago. Pero, con la aparición del iPhone y los smartphones Android, desde Spotify comprendieron que si querían ser alguien tenían que estar en los terminales de los usuarios, por lo que en 2009 crearon la app móvil para que los usuarios pudieran llevarse la música en su smartphone. Asimismo, crearon la modalidad Premium, que han mantenido hasta la actualidad (aunque añadiendo diferentes planes dentro de esta), junto a la gratuita.
Llegada a Estados Unidos
Pese a todos los problemas que ponían las discográficas estadounidenses para entrar en Spotify por los derechos de las canciones, al final la mayoría comprendió que tenían que estar, y en 2011 la compañía aterrizó en Estados Unidos, compitiendo de cerca con iTunes. A quien en 2016 ya había logrado sobrepasar.
Conversión en plataforma
Al poco de desembarcar en Estados Unidos, el creador de Spotify anunciaba en noviembre de 2011 la reconversión de Spotify en una plataforma que pudiera albergar aplicaciones de terceros, Spotify Platform. Tal y como lo explicaba Daniel Ek, la música iba más allá de la música, y así se integraron a la plataforma revistas como Rolling Stone con su propio canal o aplicaciones para ver las letras de las canciones como TuneWiki. La idea era llevar al usuario a recorrer la música por dentro y por fuera, y que Spotify no fuera solo un reproductor de canciones.
Asimismo, Spotify introdujo en su plataforma la posibilidad de que los usuarios pudiesen ver lo que estaban escuchando sus contactos e incluso compartir lo que estaban escuchando con ellos.

Spotify Free elimina el límite de horas de escucha
Aunque todavía no lo he mencionado, algunos usuarios de Spotify recordarán esa «tediosa» limitación de 20 horas de música mensuales que imponía en su versión gratuita. Sí, era un… contratiempo para los que no querían pasar a Premium, aunque el objetivo de Spotify con esta medida fuese precisamente ese.
Sin embargo, en 2014 llegó la gran noticia, y el gigante de la música en streaming anunció la eliminación definitiva del límite de las 20 horas… pero ¿gratis? Bueno, solo a cambio de publicidad esporádica que no podías saltarte, entre algunas de las canciones. Es fue el «precio» que se estableció para los usuarios gratuitos de Spotify.
Asimismo, en 2014, Spotify añadía una parte de merchandising de sus artistas en su plataforma al aliarse con Topspin, y un año después seguía apostando por la experiencia de usuario al unirse a Starbucks para «poner música a los cafés».
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